Costa Rica se ha convertido en uno de esos destinos privilegiados en los que disfrutar de una naturaleza exuberante y un descanso especial. Y lo es porque allí es posible irse de vacaciones y, literalmente, ser engullido por la quietud de la selva hasta el día que tengamos que volver.
Además, las actividades se suceden alternando el Pacífico con el Caribe, los volcanes con los valles más verdes y los ríos y las lagunas con horas de spa y rica gastronomía. Es decir, lo mejor de lo mejor en apenas unos kilómetros. Si, además, decidimos irnos a alguno de estos cinco hoteles, la experiencia, directamente, pasa a ser sublime.
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