Si hay un lugar que merece ser nombrado destino de postal, este debería ser sin lugar a dudas, las Maldivas. Aún no sabemos qué es lo que tienen estas islas para ser uno de los destinos paradisiacos más deseados, además, claro, de un estupendo clima tropical, playas de ensueño con arena blanca y fina y una exótica vida marina. Aunque, pensándolo bien, ¿quién necesita algo más?.
El grupo LVMH ha abierto en Noonu Atoll, una de las islas Maldivas, el hotel Cheval Blanc Randheli. Este privilegiado enclave ha sido el elegido para situar las 45 villas que lo componen. Todas ellas tienen vistas a las aguas color turquesa del Océano Índico y cuentan con una piscina de 12 metros orientada hacia la costa.
El exquisito gusto del arquitecto Jean-Michel Gathy ha sido el artífice de un interiorismo que combina los tonos clásicos y la calidez de la madera con el diseño tradicional de las islas. Cada villa está formada por un espacio diáfano en el cual se distribuyen las estancias de manera natural e íntima simulando una cabaña.
Cada rincón está lleno de calma, de muebles que invitan a la tranquilidad y cojines en los que perderse y relajarse hasta puntos insospechados. En el baño reinan los productos de Guerlain y en la mesa la cocina francesa. Todo un lujo para los sentidos que, además, se puede acentuar con las diversas actividades que ofrece el Cheval Blanc Randheli, entre ellas su fantástico spa.
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