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Hierbaluisa, un hotel con encanto en la villa medieval de Alarcón

Entre las murallas de esta localidad conquense, encajada en un cerrado meandro del río Júcar, se levanta el hotel Hierbaluisa. Un lugar fantástico para los amantes de la cultura, la naturaleza y la gastronomía manchega.

En el sur de Cuenca se encuentra una de las villas medievales más importantes de Castilla-La Mancha: Alarcón. Es uno de esos pueblos de postal, sustentado por un peñasco que se alza sobre una pronunciada hoz del río Júcar. Por lo que no es de extrañar que fuera elegido desde antiguo como lugar de asentamiento. Aquí, entre las murallas del precioso castillo de Alarcón, José Luis y Luisa encontraron la paz que andaban buscando y levantaron el Hotel Hierbaluisa. Un proyecto que anima a conocer este pequeño pueblo, pero grandioso en arte, historia y naturaleza.

Este hotel rural se sitúa en una amplia plazoleta junto a la oficina de turismo. Todo el interior es de nueva construcción, pero se ha conservado su fachada original de piedra, consiguiendo la mezcla perfecta de confort y modernidad de las nuevas construcciones con el placer de alojarse en una construcción tradicional de piedra de la época. Dispone de 6 habitaciones diferentes, distribuidas en sus dos plantas. Todas cuentan con baño privado en su interior y dos de ellas están comunicadas, lo que es ideal para una escapada en familia. Para grupos y familias grandes, está la opción de alquilar la casa de forma íntegra.

La decoración ha estado en manos de los interioristas José Luis y Mari Carmen Pinilla, de la empresa Aries interioristas, que además son hijos de los propietarios del hotel. Se ha buscado ante todo la comodidad, con un estilo colorista pero relajado, camas con suaves sábanas de algodón egipcio o amplios baños con ducha o bañera. Los huéspedes pueden descansar en el salón con chimenea, zona de lectura y juegos de mesa, donde también se sirve el desayuno cada mañana. Otro lugar con encanto es su patio al aire libre.

Alojarse en el Hotel Hierbaluisa permite conocer la monumental villa de Alarcón, declarada Conjunto Histórico-Artístico. Destaca su Castillo, la Iglesia de Santo Domingo de Silos, la Iglesia de Santa María y las Pinturas Murales de Jesús Mateo en la Iglesia de San Juan Bautista, que cuentan con el patrocinio oficial de la Unesco. En el entorno se pueden realizar diversas actividades de turismo activo, como senderismo junto al río Júcar, escalada o deportes acuáticos en el embalse de Alarcón. Tampoco hay que perderse la rica gastronomía manchega, con platos como el morteruelo, el ajo cocido, el gazpacho manchego, los zarajos, el queso o el cordero.