Flaine es una estación de esquí situada en la región francesa de la Alta Saboya, en plenos Alpes. Cuenta con más de 265 km. de pistas esquiables y entre sus hitos más importantes destaca que fuera aquí donde se construyó el primer telesilla de velocidad de ocho plazas, el Les Grands Vans, o que fuera la primera estación de Europa en disponer de un sistema de nieve artificial, cañones que fueron inaugurados para la temporada de 1973.
Y no porque nieve poco. De hecho, a Flaine se le llama también ‘el gran bol de nieve’ de los Alpes por ser uno de los lugares en los que más nieva de toda la cordillera montañosa. Además, es un resort respetuoso con la naturaleza, por lo que está prohibido el uso de vehículos en el mismo, existiendo formas alternativas de transporte desde ciudades cercanas como Morillon o Les Carroz.
Pero si hay un punto más que hace que Flaine sea diferente, eso es su pasión por el arte abstracto. De hecho, Marcel Breuer, el eminente arquitecto de la Bauhaus, fue el encargado de su diseño en los años 60, por el matrimonio Eric y Sylvie Boissonnas, que fueron los que crearon allí la estación. Esto permitió que, en medio de la nieve, podamos ver monumentales trabajos artísticos como ‘La tête de femme’ de Picasso, ‘Le Boqueteau’ de Jean Dubuffet o ‘Los tres hexágonos’ de Víctor Vasarely.
Todos ellos presiden el impresionante hotel Terminal Neige Totem, diseñado según los preceptos de la escuela alemana de arquitectura, en un edificio de marcado carácter funcional, en el que la paleta monocromática exterior contrasta con estancias mucho más coloridas en las que el arte abstracto y figurativo son las estrellas, dando rienda suelta a una imaginación desbordante.
No deja de ser un resort de montaña alpino, por lo que no se ha escatimado en vistas para disfrutar de las montañas. Y tampoco carece de servicios de gran lujo como un perfecto spa, el Pure Altitude, en el que poder disfrutar de un jacuzzi exterior, una sauna de vapor o un gimnasio completo; o una tienda en la que poder comprar todo tipo de prendas y accesorios deportivos de diseño.
Con 96 habitaciones, el Terminal Neige Totem de Flaine tiene cinco tipos de estancias, desde las sencillas Classic Room de 15 metros cuadrados a los maravillosos Loft de 120 metros cuadrados y una capacidad para seis personas, en tres dormitorios independientes, pero dentro de la misma estancia, con chimenea y terraza, además de comedor.
El restaurante principal del complejo, el Friendly Kitchen, también tiene mobiliario que se basa en las directrices y diseños que crearon los miembros de la Bauhaus, por lo que a veces parece que hemos retrocedido en el tiempo, al tener un toque vintage. Su buffet de desayuno es amplio y generoso, aunque son las cenas las que más destacan, por ofrecer platos típicos de Saboya (Les cocottes de Mamie Fernande), así como italianos y muchas opciones saludables.
Toda una experiencia que se puede llevar a cabo este invierno a partir de 190 €/noche. A cambio, una cita con el diseño de autor y los mejores descensos: los de los Alpes.
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