La Vella Farga, es un pequeño hotel rural de lujo de la selección Rusticae, recientemente inaugurado que se asienta en plena comarca del Solsonés, en el Prepirineo catalán, rodeado de bosques y cultivos. Con una imponente presencia por sus recios contrafuertes de piedra, sorprende en el interior por su elegante y sofisticada decoración llevada a cabo personalmente por sus dueños. Su nombre, Vella Farga, Vieja Fragua, hace honor a una de las dependencias de esta gran masía que tiene su origen allá por el s. XI.
La Vella Farga es el sueño de Gemma y Martí, sus propietarios, que gestionaban ya una coqueta casa de alquiler completo en la misma zona, Cirera d´Avall, y que supieron ver en esta masía el potencial necesario para albergar uno de los mejores hoteles con encanto de Cataluña. Este conjunto arquitectónico formado por diversas dependencias, ha sido totalmente reconvertido en hotel con el único fin de que sus huéspedes puedan abandonarse al descanso más profundo en medio de una naturaleza que abraza. Trece son sus habitaciones, dotadas cada una de ellas de personalidad propia, pero que tienen en común que todos los detalles han sido cuidados. Elementos originales de la masía y antigüedades se mezclan con maestría con otros nuevos que buscan sobre todo la confortabilidad. Un ejemplo de una de sus espectaculares habitaciones, es la suite Pubilla, con su gran bañera redonda y unas vistas envidiables al valle. Otro ejemplo es El Bisbe, una de sus habitaciones dobles de la primera planta en la que un fragmento de retablo barroco hace de cabecero y una bañera de mármol de más de cien años invita a tomar un buen baño caliente.
Y como no podía ser menos en un hotel de esta categoría, La Vella Farga cuenta también con restaurante de cocina catalana en la que es protagonista la excelente materia prima de la zona y que es dirigido por el chef Edgar Suárez Vergés. Su propuesta, dos menús degustación, que se acompañan de una cuidada selección de vinos catalanes, para disfrutar de esta experiencia gastronómica en un ambiente recogido iluminado por la luz de las velas. Y cuando el tiempo lo permite, se puede cenar en la terraza bajo las estrellas en un escenario único para esta apuesta gastronómica.
Sin duda, la ubicación juega también a favor de La Vella Farga, ya que el Solsonés es una comarca perfecta por su impresionante patrimonio natural y cultural. Obligadas son las visitas a Solsona, Sant Llorenç de Morunys o el Santuario de Miracle, y para los amantes del turismo activo, la oferta es enorme: senderismo, BTT, paseos a caballo, esquí, escalada y mucho más....
Disfrutar de los placeres más sencillos como un paseo por el bosque, una charla junto a la chimenea, darse un baño en su espectacular piscina desbordante en verano, o simplemente contemplar las estrellas en todo su esplendor...son el verdadero lujo que está a nuestro alcance en este hotel Rusticae.
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