Comparada en innumerables reportajes y artículos de viajes con Dubái, Panamá es una ciudad que, salvo el distrito financiero, en el que dominan rascacielos, imponentes coches, arquitectura moderna y calles con aceras (algo que en esta ciudad se ve poco), Panamá City dista bastante del emirato árabe con el que se la compara. Pero algo que sí alberga esta ciudad es un casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997 en el que reinan multitud de contrastes que guardan el mismo denominador común: el ambiente.
Así, esta zona de “el casco”, como los propios panameños lo denominan, es un barrio que no duerme, que de día se llena de mercados artesanales donde los turistas encuentran los souvenirs menos típicos y de noche los jóvenes inundan las calles, terrazas y rooftops del barrio más antiguo de Panamá, sea la época que sea ya que, en ese lado del trópico se vive en un eterno verano.
Los tejados aquí son de color rojo brillante, hechos de baldosas y tejas y algunos incluso de metal que se ha oxidado por el abandono y el paso del tiempo. Estos edificios representan el pasado histórico y el presente del Casco Viejo, donde una vez, hace ya unos cuantos siglos, los piratas saquearon la ciudad y sus habitantes se vieron obligados a moverse a esta pequeña península rodeada de arrecifes rocosos a 8 km del centro. Tal vez sea esta la razón por la que el casco sea tan acogedor y apetecible y la base de nuevos restaurantes emergentes.
Galería de imágenes
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Situado a 62 pisos por encima de la ciudad de Panamá en el Hard Rock Hotel se encuentra el mayor club nocturno de América Latina, el Bits Rooftop Bar. En pleno distrito empresarial de la ciudad, entre rascacielos y edificios, esta impresionante terraza ofrece vistas 360º de toda la ciudad. Sus paredes son de cristal lo que permite obtener una panorámica espectacular y sentir que Panamá, literalmente, se rinde a tus pies.
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Con forma de vela, situado casi encima del mar, el Trump es un hotel de lujo y referencia tanto para propios como extraños. Con 70 pisos, este hotel cuenta con restaurantes, zonas de ocio y múltiples piscinas de las que nos quedamos con las situadas en la planta 13. Se tratan de piscinas infinitas al borde del edificio donde parece que las aguas del mar y de la piscina se funden con el horizonte. No hace falta estar alojado para subir y pasar un rato contemplando la tranquilidad del mar mientras una Panamá ferviente se levanta a sus espaldas.
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En una de las calles más transitadas de Panamá se encuentra este elegante hotel boutique. El Cielo Pool Bar es la azotea del Manrey que cuenta con una fabulosa piscina rodeada de cabañas balinesas, muebles bajos y cómodas tumbonas para descansar y disfrutar del ambiente. En ocasiones hay música en directo.
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Este edificio de los años veinte del siglo pasado se ha restaurado para convertirse en un hostal vanguardista de diseño alegre, fresco y colorido. Cuenta con una gran cantidad de obras de arte peculiares inundadas por una estupenda iluminación por todas partes. Aviso, no hay ascensor, así que una sodita en lo alto del Panamericana, descansado en una de sus tumbonas o tomando un refrescante baño en la piscina con vistas al mar será muy bien recibida.
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Amplia terraza situada en pleno Casco Antiguo que combina a la perfección el estilo clásico con el moderno gracias a su decoración contemporánea y una vibrante iluminación. Desde la segunda planta donde se ubica este bar se pueden observar las fachadas de edificios art-decó y modernistas y la iglesia de la Merced, así como las calles estrechas y empedradas que lo conforman. Se puede elegir entre más de 20 cervezas y una gran diversidad de cócteles (altamente recomendable el mojito de maracuyá) además de ricos montaditos y paninis. P
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Este es sin duda the place to be, el sitio de moda del casco para salir a salsear, como dicen los panameños. Se trata de un hotel en cuya azotea se sitúa uno de los bares más solicitados de la noche panameña. Ofrece unas vistas únicas con el skyline de toda la ciudad por un lado y los campanarios de las iglesias y la catedral, por otro. Conviene llegar antes de las 11 de la noche ya que se suele llenar bastante.