Con una longitud de 372 km., aunque un sistema fluvial cuatro veces mayor, el Chao Phraya es el río encargado de drenar una tercera parte de Tailandia. Desde su nacimiento en el norte del país hasta su desembocadura cerca de Bangkok, es la vía de transporte más antigua de este rincón del Sudeste Asiático gracias al propio valle agrícola que crea, y a sus orillas se suceden ciudades, templos y maravillas naturales que pocos están dispuestos a perderse.
Con esta máxima es por lo que la firma Anantara ha creado unos cruceros muy originales. Aquí no hay trasatlánticos de muchos pisos y cubiertas variadas, sino un par de pequeñas embarcaciones de madera con un estilo de fabricación que recuerda a las tradicionales, pero que en cuyo interior alberga todos los servicios de una suite de cinco estrellas. En concreto, son dos gabarras centenarias, llamadas Dream y Song, construidas en su día para transportar arroz y restauradas con suelo de teca y exclusivas piezas de mobiliario.
Sus cinco tripulantes (entre ellos un cocinero privado que se encarga de hacer menús personalizados) se afanan en que el paseo deje una huella imborrable. Y para el descanso, nada mejor que sus suites con camas a diferentes alturas y detalles de lujo en cada rincón: desde finos almohadones forrados en seda a los más confortables sofás. En cubierta, lo mismo, disfrutar extasiándose por el paisaje es de lo único que hay que preocuparse.
Descubrir la ciudadela de Ayutthaya, el Templo de Dawn o el de Wat Runnunca fue tan exótico. Desde 4.500 €/persona (vuelo incluido).
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