Destinos

Pandaraid (2): Tánger-El Hajeb

Tras los aburridos tramites burocráticos, viaje en ferry,...

Hoy, por fin, después de dormir una hora en el coche en el puerto de Algeciras, estamos en Marruecos.

Tras los aburridos tramites burocráticos, viaje en ferry, etc., por fin nos han dado la Biblia del panda raider: el roadbook. En él se nos indican todas las anotaciones para cumplir las etapas, las indicaciones de navegación, notas de seguridad… Cuando por fin lo tienes en tus manos notas que la cosa empieza a ponerse seria.

La etapa de hoy ha sido, básicamente, para conocer el terreno y manejarnos con el roadbook, lo que ya en sí es toda una experiencia. Las autopistas marroquíes están tan transitadas por coches como por personas: quizá haya pasos de cebra pero nosotros no los hemos visto!

Hemos hecho un enlace por autopista bastante largo para llegar al primer punto de control donde empezaba realmente la diversión. Casi llegamos fuera de tiempo por pararnos a degustar con tranquilidad las magníficas viandas locales. Sí, así somos.
Una vez en el punto de control ha empezado la diversión: arena, tierra, barro, coches saltando por todas partes. Y se trata de diversión compartida por el piloto, que lleva la máquina por terrenos difíciles, pero también por el copiloto, que le guía por el camino correcto gracias a las mil y una claves del roadbook. Diversión máxima ya en la primera etapa.

Después, otro largo enlace por autopista hasta el campamento base. Está situado a 1500 mts de altura, hace un viento del demonio, un frío helador, las tiendas son incómodas, hemos dormido una hora, mañana a las 6 de la mañana, arriba…

Pero a eso habíamos venido.