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¿El San Valentín más romántico? El del Empire State Building con Tiffany & Co

El Empire State Building celebra San Valentín a lo grande con la colaboración de Tiffany & Co.

Si hablamos de lugares románticos ¿cómo no hablar del Empire State? Fue en 1939, con el estreno de la película Tú y Yo, cuando el que era entonces el rascacielos más alto del mundo se convirtió también en el más romántico y en el lugar al que muchas parejas acuden para hacer (y responder) la gran pregunta: ¿quieres casarte conmigo?.

Por si con el éxito de aquella película no fuera suficiente, su director aceptó hacer un remake en 1957; en esa segunda versión, que es fiel a la primera en lo que al guión se refiere, Leo McCarey contó con Cary Gran y Deborah Kerr en los papeles principales y consagró, con otro éxito de taquilla, al Empire State Building como el rascacielos más alto y romántico del mundo.

Perdió el título en lo que su altura se refiere en 1971 y por si había algún peligro de que perdiera el del más romántico Nora Ephron dirigió en 1993 otro remake de Tú y Yo con Meg Ryan y Tom Hanks en la que es la comedia romántica por excelencia, Algo para Recordar.

Y así , a golpe de película, el Empire State Building sigue siendo hoy uno de los lugares más románticos del mundo, de ahí que el Día de San Valentín sea un fecha señalada en el calendario para este rascacielos ¿cómo celebrarla? Aliándose con Tiffany & Co. y ofreciendo una experiencia para dos terriblemente romántica y absolutamente inolvidable; se trata de la experiencia Happily Ever Empire ¿en qué consiste?.

Las parejas que compren esta experiencia tendrán acceso prioritario al observatorio del piso 86 donde podrán, si así lo desean, hacerse y responderse la gran pregunta y brindar por una larga y feliz vida juntos con una botella de champán; además también podrán disfrutar de una visita guiada al icónico edificio y acceder al Observatorio del piso 102; además 5 parejas, sólo 5, disfrutarán del momento con una taza y un juego de té de dos piezas y ramos de flores envueltos en obras de arte de Curtis Kuling por cortesía de Tiffany & Co.