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Castel Gandolfo, el último secreto del Vaticano, abre sus puertas

La que fuera la residencia veraniega de los papas se transforma en el último museo Vaticano al renunciar el papa a la villa.

La estampa del papa paseando entre los jardines de Castel Gandolfo en su retiro veraniego ya es historia. Y lo es por una decisión de Francisco, el actual pontífice, que ha decidido renunciar a la villa y que esta se reconvierta en museo.

De este modo, el palacio a 20 kilómetros de Roma se ha convertido no solo en el último 'museo Vaticano' en abrir sus puertas, sino también en la escapada más interesante de este otoño en los alrededores de la capital italiana.

El conjunto, que se inaugura esta semana con un concierto de canciones populares chinas (dentro del acercamiento entre El Vaticano y Pekín), ya está listo para ser visitado. El pontífice no lo ha utilizado nunca (de igual modo que no usa el apartamento pontificio dentro de Ciudad del Vaticano). y ahora está feliz de abrirlo a turistas y peregrinos.

Quien visite Castel Gandolfo tendrá la oportunidad de ver huertos que proveen directamente al Vaticano, así como granjas, un observatorio astronómica, una piscina... algunas de ellas en el mismo lugar que cuando se edificó la villa en el siglo XVII. Algunos ya habían podido ver buena parte del lugar, ya que se abrieron al público algunas dependencias no privadas. Pero también estas han pasado ahora a ser parte dle museo.

Seguro que a más de uno le interesa saber cómo dejó allí su granito de arena cada uno de los papas que por allí pasaron. Pío XI creó la granja con gallinas y vacas; Juan Pablo II, una piscina para hacer ejercicio físico después del atentado de 1981. Son solo un par de ejemplos de los muchos que tiene la visita.

Los jardines de Barberino y el museo del Palacio Apostólico, así como la residencia Pontificia, se pueden visitar con reserva (se aconseja de, al menos, dos meses). Lo habitual es reservar primero las primeras dos y, luego, el mismo día de la visita, añadir las dependencias privadas (por 5 € más por persona). Los peregrinos, en grupos de hasta 35 personas, tienen precios especiales, pero parten de 5 €/persona.