Destinos

15 planes para una escapada de otoño... a Vilna, Lituania

La capital lituana concentra en poco espacio un gran número de rincones interesantes. Este otoño, los amantes de las ciudades poco conocidas tienen allí un destino perfecto.

El centro de Vilna es una maravilla para los amantes de las comparaciones. Y todo porque allí es posible encontrar restos católicos, ortodoxos rusos, ortodoxos ucranios, soviéticos, medievales... Ver estilos tan diferentes en apenas unos metros permite darse cuenta de que no estamos en una ciudad más del norte de Europa, sino en un cruce de caminos entre la Imperial Rusia y los vecinos germánicos que le ha permitido atesorar múltiples tesoros.

Una de las regiones que tienen muchos en su lista de pendientes es la que forman los países bálticos. Gracias a su cercanía con Helsinki y al paso de diferentes cruceros, la capital estonia es, de las tres, la que más visitantes ha recibido, un hecho al que influyó el que hubiera vuelos directos con Barcelona. Sin embargo, Riga y Vilna se han quedado rezagadas. En el caso de la segunda, hasta ahora.

Gracias a que ahora sí es posible ir directamente hasta allí (Ryanair ha establecido vuelos directos, de unas tres horas y media de duración, entre Vilna con Madrid y Barcelona), empiezan a ser más los que se acercan. Se encuentran una urbe dinámica y vibrante, en la que las iglesias se suceden, en sus diferentes credos; pero también los palacios y, sobre todo, unas calles centrales llenas de pequeñas boutiques, que en otoño, a pesar del frío, siguen albergando pequeñas terrazas interiores y celadores en los que ver la animación que no cesa.

Cada vez más interesados por el diseño, los planes culturales se intercalan con los hedonistas, bien tomando un pequeño trozo de pastel en una cafetería pop art o visitando una chocolatería de tabletas artesanas con sabores exóticos como la sal del Himalaya, pasando por el barrio bohemio de Uzupis o recorriendo la historia soviética en la antigua sede de la KGB.

Mucho que ofrecer y un fin de semana cargado de planes que hemos resumido en los 15 que no deberías nunca dejar de hacer en tu primera visita a Vilna.