Viajar

Crans Ambassador, un resort para deportistas alpinos

Este cinco estrellas apuesta por la vida sana todo el año, con o sin nieve, a pesar de estar en medio de Suiza.

Un total de 140 kilómetros esquiables, repartidos en cotas de los 1.500 a los 3.000 metros, es lo que ofrece la estación suiza de Crans-Montana, donde esquían los que cada invierno eligen el cantón de Valais. Se reparten por seis municipios pequeños y cuenta con todo lo necesario para gozar del mejor esquí alpino: telecabinas, telesillas, telesquíes, funitel... Y en verano, además, un campo de golf, el Crans-sur-Sierre, que permite hacer hoyos en un marco espectacular.

Es en este entorno donde se encuentra un cinco estrellas que ha centrado su oferta en los amantes del deporte. Y es que el Hotel Crans Ambassador, en el municipio de Montana, en plena estación alpina, se ha dispuesto como centro de operaciones perfecto tanto en invierno como en verano (de hecho, cuenta en su interior con una de las tiendas de material deportivo más importantes de la región). Porque el esquí se puede alternar con rutas en bicicleta, haciendo parapente o escalando. Da igual el deporte elegido, luego siempre se puede reponer fuerzas con un chocolate caliente frente a la chimenea de su Lounge Bar 180º, el mismo que sirve los mejores dulces y pasteles que crean los pasteleros artesanos del pueblo.

Y si se prefiere descansar de un modo más indulgente aún, nada como su spa. Con una gran piscina cubierta climatizada, añade sauna y gimnasio para terminar de ejercitarse 'indoor' si así fuera necesario.

En cuanto a su restauración, además de su lounge, hay que destacar Le Carnotzet Hublot, un restaurante típico suizo donde la raclette es el plato principal y cuya decoración, en madera, no podía ser más bucólica. Pan artesano, queso de los productores locales, un entorno tradicional... imposible no querer reponer fuerzas allí.

Un ambiente clásico que no tiene, realmente, nada que ver con el resto del hotel, porque se trata de un gran edificio de tres picos con grandes ventanales que recubren por completo la fachada, una pirámide que rivaliza con las de las montañas. Estas ganan en altura, pero el Crans Ambassador lo hace en lujo y confort (desde 734 €/noche).

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