Como en un cuento de hadas modernista.

¿Qué pasa con Lérida? ¿Cómo es posible que una provincia tan rica en el turismo cultural, deportivo y gastronómico no tenga la notoriedad que merece? Seguro que es porque aún guarda con recelo sus mejores secretos, los lugares y rincones que hacen sentir orgullosos a quienes los conocen. Uno de esos enclaves es Solsona, un municipio de patrimonio histórico en la zona oriental que se caracteriza por su antigua muralla y los tres portales de Llobera, Castell y del Pont. Destacan también su catedral, basada en el antiguo emplazamiento de una primera iglesia prerrománica del año 977, la Plaza Mayor o el Palacio Episcopal.

Este casco urbano salpicado de construcciones y monumentos que homenajean el esplendor del pasado esconde una joya arquitectónica en forma de hotel, el Sant Roc, un edificio modernista de principios del siglo XX que conserva los detalles y estructura original. Esta construcción diseñada por los prestigiosos arquitectos Ignasi Oms y Bernadí Martorell es un hotel de cuatro estrellas miembro de Rusticae, de hecho, son pocos los edificios modernistas que alcanzan esta categoría. En el caso de Sant Roc, fue sometido a una respetuosa rehabilitación el pasado 2004 para convertirse en una referencia en toda Catalunya.

Cada una de sus habitaciones está personalizada y equipada con todos los servicios. Destaca su mobiliario, hecho a medida, con sillas y butacas de Rafemar, lámparas Miconos de Artemide, maderas tratadas, sillas Louis Ghost,… Máximo cuidado y exclusividad coronado en su habitación romántica, con jacuzzi. Precisamente su spa, el Hydra Qi, es el embajador del relax en en el hotel. Bamboo Massage, el Chio Massage, el Shiatsu, el Reiki y el Stone Therapy (masaje con piedras calientes) son algunos de sus mejores ejemplos. El espacio gastronómico está reservado a El Buffi, el restaurante de cocina creativa con platos que combinan los productos de temporada con la fusión internacional. Su nombre es un homenaje a la canción popular del carnaval de Solsona. Mientras tanto, El Petit Buffi, es la parte desenfadada, con tapas y estilo informal para los fines de semana. ¿Alguna recomendación? Por supuesto, el timbal de pulpo con espuma de patata o el rollito de brick relleno de pato con pera. MMmmmm…

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