Organizar un viaje de novios diferente se convierte a veces en un reto difícil de afrontar. Por ello, para adaptarse a todas las circunstancias, queremos presentar siete destinos impresionantes y muy exclusivos en los que en los que disfrutar del amor y de la compañía al estilo Rusticae.
Can Simoneta en Mallorca se sitúa sobre un acantilado y rodeado de naturaleza y tranquilidad, y es el destino perfecto para disfrutar de la exclusividad y el detalle al más alto nivel. Las hamacas entre pinos, el sinfín de piscinas y la escalera de caracol excavada en la roca que nos lleva al mar, sólo se ven superados por la impresionante Beach House, que situada al borde del Mediterráneo convierte nuestros sueños en olas de mar.
Otro destino de renombrado señorío es sin duda el Cantábrico. Allí en Getaria, entre viñas y con vistas al mar, el hotel Iturregi es ideal para dejar ir nuestros días, despertar sin prisa, pasear por el campo, los acantilados y las playas. El lujo, el buen gusto y la exquisitez que rememoran en nuestro ser la tradición del Norte de España, de veranos en Biarritz y de baños de ola en San Sabastián.
En la isla que nunca duerme el descanso es posible en el hotel Can Lluc, un oasis de paz y naturaleza en el corazón de Ibiza. Este impresionante hotel Rusticae es el rincón perfecto en el que descansar del latir nocturno de la isla, refrescándonos en su piscina de ensueño rodeados de olivos y algarrobos centenarios, disfrutando de los colores del atardecer o la luz de las estrellas que casi se pueden tocar. Para hacer esta estancia aún más exclusiva recomendamos una de sus villas, un espacio único rodeado de jardines, con terraza propia y repleto de detalles.
Redescubrir destinos tradicionales es una forma de disfrutar del lado bueno de la vida. En Garachico, Tenerife, el Hotel San Roque sorprende con su decoración vanguardista y su colección de arte contemporáneo. Rodeado de piscinas naturales bañadas por el Atlántico y a la sombra del Teide, sus cenas junto a la piscina o el jacuzzi construido sobre lava volcánica hacen de esta estancia una colección de momentos exclusivos. Recomendamos consultar su programa de una semana que incluye hasta el alquiler de un coche para recorrer la isla.
Un destino más exótico nos lo ofrece uno de nuestros hoteles en Marruecos. Riad Abracadabra en plena Medina de Marrakech, nos invita a vivir las mil y una noches en un Riad exclusivo escondido entre callejas retorcidas, a dos minutos de la efervescencia de la plaza de Jemaa-el-Fnà y refugiado dentro de las viejas murallas de la ciudad. Las paredes de este antiguo palacete Derkaoui nos aísla del bullicio caótico y del cóctel de aromas y especias que expelen los zocos de la Medina. El oasis de frescor y sutileza que encontramos en su interior culmina en su azotea, una gran terraza vestida con hamacas y sillones en la que disfrutar de un cóctel al atardecer, disfrutar de un baño en su piscina o donde desayunar mientras amanece en la ciudad.
Pensando en emplazamiento único en el que sentirse abrazados por el azul profundo del Océano Pacífico, difícilmente se nos podría pasar por la mente nada mejor que la Isla de Pascua en Chile. Aquí el Hotel Altiplanico Rapanui nos abruma a cada instante con una de las mejores vistas panorámicas a la costa de la isla. Este es el destino perfecto para conectar de nuevo con la naturaleza a través de sus cuidados jardines y su piscina con vistas al océano, ideales para relajarse tras habernos encontrado con los Moai, uno de los grandes misterios de los Rapanui. Desde sus terrazas privadas, podemos amanecer con vistas al Pacífico y desde la ducha abierta al cielo, podremos sentir como nos fundimos plácidamente con la naturaleza.
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