La certeza de la elegancia es más una combinación de elementos clave, que un querer sorprender por sorprender. Y si bien es cierto que hay piezas, colores y complementos que dan ese toque, el que te diferencia a ti y a tu forma de vestir, los que convierten tu estilo en tuyo, en único. Puede pasar media vida hasta que das con ellos.
Pero hay atajos, formas de saber qué es lo que siempre funciona. Y como lo clásico es un valor seguro, sólo hay que echar la vista atrás para dar con estos tesoros. Piezas que funcionen igual de día que de noche y que se pueden convertir en básicos de nuestro armario.
Lo que proponemos es un ejercicio de observación. Una aventura que es mejor hacerla de la mano de una experta, de Carolina, porque ella lleva dando en el blanco desde que en 1981 diseñara su primera colección. Y más allá de la metáfora, lo cierto es que ese color, el blanco y en forma de camisa, amén de su rojo particular, ha sido parte de su seña de identidad, la de ella, la de su propia imagen, y la de sus desfiles, donde siempre hay al menos una.
Quizás porque es un básico que nunca falla, porque igual resuelve un día en la oficina, una comida de trabajo o una cena especial. Quizás porque tiene mil combinaciones, o porque es sinónimo de elegancia, de femineidad y de frescura. Y quizás también por eso, Carolina Herrera haya decidido que ahora, 32 años después, es un buen momentos para hacerle un homenaje.
Y así nace White Shirt Collection, ocho modelos, ocho versiones níveas, en los que grandes lazos, volantes, cinturillas, mangas cortas, largas o su ausencia, dan autoridad a una pieza que seguro pasará a convertirse en la protagonista de tus próximos looks. Ya no los de esta temporada, sino los de las venideras. Porque cuando uno da en el blanco, eso se nota.
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