Decía la canción: “blanca y radiante va la novia…”, pues bien, Vera Wang cambia la letra de la canción y las novias ya no visten de blanco. No todas se atreverían a vestirse de colores pero esta colección incita a ello. La apuesta de Wang para esta primavera tiene una paleta de colores que van del nude al escarlata, pasando por los rosa y los dorados intensos.
Las siluetas se adaptan a la figura femenina, en algunos casos la silueta sirena es la elegida y como novedad unas mangas en forma de armadura que ensalzan los hombros de la mujer y le dan la apariencia de una poderosa amazona.
Los corpiños son también una apuesta importante; vestidos ajustados al talle, con cazuelas, verdaderos modelos de corsetería que terminan en unas voluptuosas faldas de tul y gasa que hacen las cinturas diminutas.
Todos los modelos se adornan con enormes flores confeccionadas en tules y sedas que enmarcan las caderas y convierten los vestidos en un jardín florido. Las novias se convierten en flores exóticas para ser la impactante protagonista en ese día tan especial. Una novia inolvidable y sofisticada llena de color y delicadeza.
Wang es la reina de los trajes de novia y ahora entendemos porqué. Para novias atrevidas, sofisticas y diferentes; para novias que quieren dejar un recuerdo imborrable en la retina de sus invitadas: Vera Wang es la única elección.
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