Rosa, Ernestina, Teresa y Mauro fueron quienes impulsaron allá por el 49, el interés y las habilidades textiles del joven Garavani. Más conocido como Valentino. Modisto, diseñador y empresario, supo erigir su propio imperio, con el rojo como enseña de su marca, después de haber trabajado para maestros como Balenciaga o Guy Laroche.
Su estilo femenino y algo conservador, a caballo entre la Haute Couture francesa y el diseño, ha perdurado en el tiempo, gracias a un acertado relevo artístico. Y justo por esa empatía creativa Maria Grazia Chiuri y PierPaolo Piccioli, los continuadores en la dirección de la firma italiana, consiguen una vez más impregnar de elegancia y romanticismo los diseños de esta primavera.
Y aunque su rojo es emblemático, en esta ocasión su verde y su rosa, el más vivo y el que se muestra empolvado, nos provocan un suspiro. Sin perder de vista los blancos y los negros, que envueltos en esa elegancia de cortes campana, telas de raso y encajes, que también se tiñen de otros colores, ayudan a definir a una mujer atemporal, sencilla y extremadamente elegante.
Muchos vestidos, quizás porque son los que más acentúan la delicadeza femenina, que también ceden protagonismo a pantalones, faldas y camisas que enmarcan bien la cintura.
Contemporaneidad sumada al legado tradicional de Il Maestro para un Spring 2013, que refuerza una vez más esa idea de que la mujer Valentino, logra equilibrar solidez, con fragilidad.
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