Pedro del Hierro ha sido siempre garantía de calidad y elegancia pero desde que en septiembre del año pasado Carmen March retoma su creatividad y vida en la moda bajo su sello, esa calidad y esa elegancia lucen además con un estilo y una clase incomparables, para muestra, la campaña de primavera y verano de PdH.
A destacar... la discreción de la paleta de colores, nude, beige, blancos, marinos y negros dominan la colección de pies a cabeza; la simplicidad y sencillez de los cortes, camisas cuello mao para ellos y vestidos vaporosos para ellas; el brillo de complementos que transforman un atuendo, de los zapatos a las gafas de sol, grandes, pasando por los no más pequeños bolsos.
Y por encima de todo ello, la inspiración. La calidez de la costa, el mar y sus islas, islas como la mallorquina de la que es Carmen oriunda, y una innegable pátina andalusí que se hace notar, más que nada, en los complementos: cabezas bellamente tocadas por sombreros que recuerdan a los clásicos sombreros cordobeses, flores de medio lado, cabellos recogidos y el ineludible abanico del calor, todo un compendio de belleza y utilidad en tanto refresca tanto como encandila.
La primavera y el verano de PdH es elegante y discreta, tanto que resulta un poco distante, como de mírame y no me toques... pero mírame, porque soy absoluta belleza y distinción.
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