Hay cosas que nos enloquecen, para bien o para mal, dependiendo de la hora del día y de si te has decantado por café o por cola-cao para desayunar. En serio, deberían hacer un estudio sobre esto. Real como la vida misma.
Por eso, cuando me subo al coche rumbo al noroeste, por muy cansada que esté o por muy negro que pinten el mapa meteorológico, sonrío. Por eso, cuando en las noches de verano tengo que hacer uso de una chaquetita de punto para pasear por la playa, sonrío. Son días que saben a bizcocho casero, a trigales bronceados, a shorts y a camisetas holgadas, son días que me enloquecen.
Y sí, por eso, cuando descubrí lo nuevo para esta primavera-verano de Mariona Gen, submarca de Yerse, sonreí. Punto grueso, olor a mar, vestidos de algodón, colores frescos y acabado artesanal. La firma catalana nos presenta a una chica-Mariana cómoda, eco, joven, a gusto consigo misma y optimista (gran palabra).
Confieso que a veces limitaría estos párrafos a palabras consecutivas sin sentido aparente, ideas que me bombardean después de mirar colecciones como ésta. Sería algo así. Me inspira: lo navy, porque en otra vida fui marinera errante, el olor del campo gallego, el pan de Cea, las nubes blancas que hacen formas, las Hunter y Aigle verdes, la risa de mi prima y las pecas en verano.
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