Y es que Marc O'Polo es, en su línea de hombre, Mad Mikkelsen. Danés. 51 años. Y un malo contrastado... fue el villano de los Tres Mosqueteros y el James Bond en Casino Royal y fue, por encima de todo, el progatonista de la serie Hanibal y por eso, cuando mira a cámara haciendo gala de su inagotable capacidad de atracción, casi hipnótica, sientes cierto temor... porque cuando Hanibal te invita a cenar nunca sabes si es como acompañante o para servirte al plato.
Claro que Mikkelsen es mucho más que ese malo de cine y televisión, es padre por partida doble y está casado con la mujer con la que convive desde hace 30 años, no hay noticias de que se haya comido a nadie, ni de que piense hacerlo pero sí de su nivel como actor, tan alto que le ha llevado a conseguir una Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Y entre películas y películas Mikkelsen quiere vestir elegante pero informal, cómodo, funcional y con cierto estilo pero hasta el más atractivo de los hombres, cumplidos los 50, tiene que cuidar su imagen; Mikkelsen lo hace con Marc O'Polo y Peter Lindbergh nos lo muestra en una campaña que es como la propia firma de moda de origen sueco que viste el actor, sencilla y soberbia a la vez. Alta calidad y alta definición.
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