Los nuevos treinta, y también los treinta de antes, se visten en Torras porque esta firma, que tiene su origen en los glamourosos años 50 y en un pueblo cercano a Barcelona, ha sabido mantener el encanto de antaño para vestir un tiempo nuevo en el que la edad se convierte en un mero detalle intrascendente. Y es que ahora no importa si estás en la treintena o en la cuarentena porque en lo que estás es en vivir, en disfrutar de cada momento de tu vida con la clase y el estilo que te da conocer el mundo por el que transitas e incluso el destino al que te diriges. Este es precisamente el leit motif de la colección de primavera de Torras, dar vida a los años a través no sólo de lo que haces sino también de cómo te vistes; se trata de una propuesta funcional y sugerente, con un punto elegante y, sobre todo, con mucho estilo. Una colección de moda para ella y para él que conquistará a la generación de los nuevos 30... y, probablemente, también a la de los viejos 30, porque la maestría de Torras en el uso del punto y la piel no tiene edad.
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