Timeless, modern, classic... Así se definen ellos y es que así son, la elegancia forma parte de su esencia como firma. Hablamos de Calvin Klein.
Viste vulgar y sólo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer, decía Coco Chanel e imaginamos que, de haber coqueteado ella con la moda masculina, hubiera dicho lo mismo de los hombres, y es que la elegancia es siempre discreta; en este concepto del buen vestir se mueve Calvin KIein, tomando la sencillez en sus diseños y la absoluta ausencia de estridencias en el color como patrones y modelos de sus colecciones.
Sirvan de ejemplo sus propuestas para esta primavera…
Blancos y negros para ellas con alguna concesión a la luminosidad de la primavera en alguna combinación bicolor, entre las que destaca el negro y lapislázuli por su profundo y favorecedor contraste; líneas limpias y cortes rectos sin volantes, vueltas ni grandes volúmenes evitando también ceñir en exceso la figura, y es que la elegancia habita en la insinuación más que en la muestra…
En cuanto a ellos, no faltan los trajes de corte y caída perfecto en discretos grises y, para el día a día y los momentos más casuales, los polos con el detalle de color en el cuello pero manteniendo siempre una paleta de color que no distorsiona ni resulta llamativa a simple vista.
Y es que, volviendo a la maestra de la elegancia Coco Chanel, para ser irreemplazable uno debe siempre ser diferente y ¿qué mayor diferencia que tú mismo, que ser tú quien luce y brilla dentro de las prendas que te visten?
No subestimes nunca la discreción de la elegancia…
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