Las promesas son cálidas porque encierran deseo, un deseo irrefrenable como el que sentimos por la luz y el calor del sol de primavera. Y aquí estamos, acallando el ansia y las ganas frente al frío y mirando al cielo, a ver cuándo y cuánto luce el sol y, más que nada, a ver cuándo nos acaricia en su calidez en lugar de hacerlo en sus fríos rayos de invierno.
En esa promesa de luminosidad y calidez Dolores nos presenta sus propuestas de primavera y verano, alentando así más si cabe nuestro deseo al tiempo que lo satisface mostrándonos una colección con cierto aire de clasicidad contenido en diseños de lo más actual.
La clasicidad viene en la paleta de color y en los detalles, blancos de verano y sol, rojos irrenunciables en los meses del tiempo feliz y marinos de estilo marinero con anclas a modo de botones y cremalleras doradas que evocan elegantes uniformes de gala. La actualidad viene en los cortes y diseños sobre algodón, seda y lino, tejidos, por otra parte, también muy de estación cálida.
Vestidos que ciñen cintura para lucir cuerpo o recortan la falda para presumir de piel y tacón; pantalones ajustados y del largo justo para lucir la pulsera al tobillo de las elevadas sandalias, complementos atrevidos como todos los que tocan la cabeza...
Será difícil que Dolores no cumpla sus Promesas de calidez, luz y verano para felicidad de tu fondo de armario.
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