Sugerente, evocadora, bella, romántica, sensual, elegante... así es la campaña de primavera de Giorgio Armani porque así son sus propuestas para vestirnos a nada que salga el sol y la calidez se adueñe del ambiente hasta, como poco, terminado agosto.
Nos encanta la voluptuosidad de los tejidos, la paleta de color que, aun sin renunciar a la luz de la primavera, tiñe de suavidad incluso los rojos, la elegancia de los cortes, las chaquetas sastre y los vestidos más de noche, las carteras de mano, las levitas y hasta los sombreros cuadrados.
Giorgio Armani no defrauda jamás y resulta siempre rompedor sin romper con nada, porque domina el arte de la sutileza como pocos diseñadores hacen; y como suele ocurrir también con la icónica firma italiana, la campaña enamora porque evoca otros mundos y otras vidas, nos traslada a un paraíso de cuento y ensueño en el que todavía existen las princesas aunque, eso sí, vestidas y coronadas por Giorgio Armani.
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