Isabel Marant sigue el consejo que le dieron cuando estudiaba diseño en el instituto de moda Studio Berçot: “Nunca pretendas que vistan las prendas que tú no te pondrías”. Y siguiendo este consejo fielmente ha creado un estilo de moda que ella aplica hasta sus últimas consecuencias, de hecho ella es su propia modelo, diseña ropa que le gusta ponerse, se pone la ropa que diseña.
Marant sigue siendo el principal exponente del effortless chic, es decir, chic sin esfuerzo. Lo consigue a base de prendas básicas, muchas veces de denim, camisetas blancas o a rayas marineras, combinados con otras prendas más de tendencia, siempre dando la sensación de que hemos elegido las prendas al azar. Botines con moderado tacón, sandalias y también cómodas plataformas. Ella diseña ropa para la mujer que vive el día a día, no para desfilar por la alfombra roja.
En Étoile spring-summer 2016 sigue siendo la Isabel Marant de siempre pero con grandes sorpresas. Menos notas étnicas de las que nos tenía acostumbrados, y vinilo en cazadoras que combinan transparencias con notas de color. Hay largos infinitos y algún escote de vértigo, pero siempre desde una perspectiva boho-chic, y ¿por qué no?, un poco grunge también.
Ropa fresca y cómoda, juvenil pero adaptable a cualquier persona. Vestidos fluidos y cómodos con un toque muy chic, faldas trapecio cortas, vestidos de blanco crochet, pantalones rectos infinitamente largos, monos en denim, y sus siempre imprescindible jerséis de rayas.
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