Suiza es un mundo aparte, un lugar centrado y a la vez apartado en el que la vida sucede a otro tempo, al ritmo marcado en relojes de manufactura perfecta tanto en su mecanismo como en su apariencia... pero no sólo de relojes vive Suiza.
La perfección, la delicadeza y gusto exquisito que descubrimos en la industria relojera suiza, luce también en los tejidos, para muestra, Akris.
"When a woman walks into a room, I want people to notice her personality first and her clothing second." Así se presenta Albert Kriemler, alma creativa de la firma, quien confiesa además que todo diseño comienza en una pieza de tejido, para él las telas son los lienzos en los que plasmar arte puro hecho vestido y así juega con diferentes texturas, colores, cortes y estampados hasta lograr ese efecto perfecto que nos viste en elegancia haciendo que seamos nosotras quienes luzcamos bellas.
Nos atraen irremisiblemente sus propuestas para este verano por más que él las haya ya olvidado y su mente viva en el próximo otoño o cabe incluso que en la próxima primavera; a nosotros nos atrapa Alana Zimmer con su vestido verde y escote de vértigo como antes la atrapó a ella Karim Sadli con su objetivo.
Akris es la sutileza de lo auténtico, de la belleza de dentro a fuera que empieza en el tejido y... no tiene fin.
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