Los cincuenta fueron los años del principio del atrevimiento, del Rock&Roll, del Nadie es perfecto de Osgood Fieldieng en Faldas y a lo loco, del eterno Gigante de Jeans Dean, el New Look de Dior y las bellezas pin-up como Betty Page y Brigitte Bardot. Fue entonces cuando la moda de decantó por las cinturas de avispa y el denim se consagró como prenda de culto. Otros tiempos…, dicen.
Precisamente de aquella época nos llegan hoy reminiscencias retro a modo de volantes, pliegues y drapeados pensados para dotar de voluptuosidad la silueta femenina, más sugerente y deseable que nunca. La firma canadiense Shan, fiel a la producción artesanal, apuesta en su nueva colección de baño por aros, lazadas y colores explosivos, de la mano de tejidos exclusivos escogidos a conciencia por Chantal Levesque, el alma mater de la marca.
Más de veinticinco años a sus espaldas respaldan las propuestas de Shan en el ámbito internacional, permitiéndole abrir sus propias flagship stores desde el año 2003 y continuar dando forma a ese particular legado de bendita osadía llegado como de otro tiempo. Aquel en el que se tarareaban canciones como el Only you can make all this world seems right, de The Platters.
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