Roccobarocco ha rendido su colección al animal print como si del mismísimo Cavalli se tratara pero no lo ha hecho en apasionado alarde seductor con el que el mítico Cavalli suele dotar a sus colecciones sino desde una perspectiva más luminosa y menos ardiente, más de belleza pétrea que encendida, más cálida y también más tranquila porque la colección de Roccobarocco para la próxima primavera rinde un decidido homenaje a la belleza griega.
Como si Penélope se tratara, tejiendo cada día como el primero en una espera infinita, Roccobarocco recrea una serie de imágenes en las que la modelo posa con gesto escultórico y en un ambiente de luminosidad mediterránea; además, el azul y el rosa suave matizan la profundidad del animal print más clásico y nos regalan una colección de bella factura en la que los tejidos, voluptuosos pero siempre ligeros y tendiendo a la transparencia, recrean también las formas y los cortes de las clásicas túnicas griegas.
Rostro elevado, perfil perfecto, mirada tranquila, hombros al aire a juego con cuellos elevados o escotes infinitos, en palabras de honor o con un único tirante cruzado, vestidos al cuerpo, otros cuya voluptuosidad nace bajo el pecho y algunos que lo son del primer al último corte, de la primera a la última puntada.
Tan solo nos falta Odiseo, de regreso tras la guerra de Troya y dispuesto a recompensar a la bella Penélope que, tras prometer desposar un nuevo esposo en cuanto terminase el sudario que estaba tejiendo, deshacía por la noche lo avanzado por el día para que la labor durase tanto como fuese necesario... 20 años. Nos os preguntéis como fue que nadie se percató de su inocente engaño, en realidad ésto es sólo un cuento, una aventua, es la Odisea escrita por Homero y es la colección de primavera y verano de Roccobarocco que nos incita a vestirnos como modernas Penélopes, como bellezas griegas.
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