Ha llegado el sol y el buen tiempo, y eso significa que necesitamos ataviarnos de color, estampados y alegría, que hay que llevarla puesta.
Para ello se me ocurren pocas firmas más aventajadas en estas lides que La casita de Wendy, que nos sorprende en esta ocasión con “Bon Sauvage” (Buen Salvaje), inspirada en el concepto clásico de Rousseau que dice que el hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad quien lo corrompe. Es decir, que nos proponen creer en nosotros, en nuestra felicidad, gracia y bondad innata para salir a la calle y lucir diferentes al resto.
La colección quiere homenajear a las tribus salvajes del planeta, que perduran vírgenes de maldad y frescos es sus universos perdidos. Las prendas muestras estampados de mundos geométricos que combinan con seres de la naturaleza, animales, vegetación y exotismo dando pie a unos bordados handmade y piezas de ganchillo al más puro estilo "auténtica abuela".
El sello de la casa son sus calidades y sus valores sostenibles, tejidos 100% naturales, algodones orgánicos y sedas, así como dibujos originales de acuarela o lápiz, trabajados y producidos en pequeños talleres de España y Portugal.
Así, sí.
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