Adolfo Domínguez lanza una colección de vestidos de fiesta y cocktail para este verano con toques helénicos. Vestidos fluidos creados en tejidos de gran calidad y caída. Los diseños son elegantes y sobrios sin detalles superfluos, ningún elemento está de más. Los cortes son delicados adaptándose a la figura femenina, marcan la silueta sin estridencias apoyándose en telas delicadas y vaporosas.
Casi todos los vestidos de esta colección son largos, algunos cubren el tobillo mientras otros llegan a ras del suelo, con telas tan fluidas que parecen flotar sobre la silueta femenina.
Hay vaporosos vestidos de seda con corte imperio, de seda en color azul anochecer con profundo escote en pico y calados bajo el pecho o ajustados con un cinturón. Las faldas son largas y fluidas, con capas superpuestas de que le dan un aire vaporoso y mucho vuelo.
Dos de los vestidos están confeccionados con telas de pequeño plisado, que es el auténtico protagonista del diseño. Ambos tienen cuello halter en colores berenjena o en rosa cuarzo, con el largo hasta el suelo mostrando apenas la punta de la sandalia. El propio plisado de la tela hace que los vestidos se adapten sensualmente a la silueta, insinuando sutilmente las formas femeninas.
También hay un modelo delicioso en color rosa palo con un corte estructurado y en mikado de seda. El mikado tiene un brillo elegante, más mate que el satén, y en esta ocasión se ajusta a la cintura y da vuelo a una falda hasta la rodilla.
Otra propuesta para la fiesta son los conjuntos de pantalón, en este caso los palazzo extralargos con el top a juego, confeccionados con la misma tela plagada de finísimas lentejuelas.
Domínguez lanza una colección de fiesta para una mujer que potencia su elegancia natural con sus vestidos fluidos y vaporosos. Una mujer que no necesita de adornos superfluos para destacar, que es natural y sensual como los vestidos que luce como una segunda piel. Un aire helénico para las grandes ocasiones de este verano.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6