Parecía una pregunta sencilla pero Raf Simons, director creativo de Dior, tuvo que dar con ella y dedicarle el tiempo necesario pasar conseguir convertir la respuesta a este enigma básico en una colección triunfal. La mezcla perfecta entre el minimalismo y el normcore se unen en una misma colección que queda reflejada en su última campaña para la próxima primavera-verano 2015.
El fotógrafo Willy Vanderperre, un incondicional del trabajo de Simons, ha sido el responsable de captar la esencia de Julia Nobis, Lexi Boling y Natalie Westling en un trabajo sobre el que no podía faltar la clásica flor de la maison sobre el clásico logo. Lejos de dar forma a un entorno futurista, la historia y los referentes han sido un apoyo básico en un trabajo sobre el que destacan ciertas formas y detalles del siglo XVIII sobre piezas que recuerdan al uniforme de los astronautas o pilotos. Todo ello bajo sutiles pinceladas sobre pantalones cortos, vestidos con chaqueta y puños con puntadas, cuellos altos, ricos bordados y vestidos lánguidos que recuerdan el lado más romántico de la mujer.
Una propuesta que consigue rescatar hechos históricos para incorporarlos al día a día del siglo XXI, sin ningún tipo de intermediarios ni de complicaciones, con la actitud como máxima protagonista para un público acostumbrado a la alta costura y al saber hacer de la firma.
En este trabajo tampoco podía faltar Diorama, convertido en el must de la casa gracias a un encanto que, según cuentan, lo se reconoce a través de sus formas, sus materiales y su escudo. Una declaración de intenciones en las que Simons deja bien claro que la elegancia y el estilo piensan convivir con la modernidad durante la próxima primavera…
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