Escuchando el Epilogue de Crosses me di de bruces con la nueva colección primavera-verano de Paul Smith, una de esas reliquias modernas que consiguen emocionar corazones fashionistas, y no precisamente por su voluptuosidad desproporcionada sino, más bien, por todo lo contrario. Fácil, simple, bonita.
Para crear estas propuestas oníricas el diseñador británico se fijó en un paisano suyo, Stephen Gill, un artista conocido por sus fotografías y obras de arte entre lo bello y lo feo (una cualidad que pocos saben apreciar como es debido). Son precisamente sus collages florales los que llamaron la atención de Paul Smith para dar forma a su colección SS14, repleta de siluetas relajadas y armónicas, y decorada con delicados estampados florales. La geometría también está presente en los diseños de esta temporada, como contrapunto al fascinante universo en el que nos zambulle.
Los colores vibrantes se alternan con tonalidades pastel en siluetas evasé, protagonizadas por pantalones pyjama y palazzo, faldas largas y jerséis de punto. Esa agradable sensación de calor y verano, que transmiten las creaciones de Paul Smith, se complementa con un toque más urbano de la mano del denim y los perfecto de piel, cómodos como siempre, versátiles como nunca.
Acaba The Epilogue y aquí sigo, embobada mirando lo nuevo de Paul Smith. Cosas bonitas para terminar el día (o empezarlo).
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