La diseñadora Nina Ricci es el referente de mujer hecha a sí misma. Nacida en Italia en 1883, quedó huérfana con 14 años y comenzó a trabajar como aprendiz en un taller de moda de París; a los 18 años ya era la directora del mismo. Se casó con Luis Ricci, un joyero, y tuvo a su hijo Robert Ricci. Continúo en el mundo de la moda cosiendo diseños para otras firmas. Cuando en 1929 quedó sin trabajo, pidió ayuda a su hijo -que tenía estudios de ventas y análisis de mercado- y crearon su propia firma. Pasaron de coser en una habitación, a tener 500 costureras y tres edificios en propiedad en 1939.
La II Guerra Mundial fue un bache para la firma Nina Ricci pero comenzaron a apostar por la creación de perfumes; y también triunfaron. Nina Ricci falleció en 1970, pero la firma continua funcionando gracias a sus directores creativos. Actualmente son Rushemy Botter y Lisi Herrebrugh sus diseñadores, y nos presentan una colección para la primavera que no puede tener más” chic francés”.
Los diseños de la primavera de 2020 bien los podría vestir la mítica Audrey Hepburn; parecen pensados para ella. Presentan una colección plagada de modelos delicados, de diseños sobrios, líneas rectas y arquitectónicas estructuras.
¿Y los colores?… toda una paleta sofisticada y llamativa. Diseños en tonos básicos: blanco y negro, pero también azul intenso y el color mandarina como absoluto protagonista. Hay trajes de chaqueta y pantalón, vestidos sin manga, abriguitos de entretiempo y sobre todo unos deliciosos sombreros de ala ancha o tipo casquete. Una colección con aires sesenteros y toques muy chic.
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