El objetivo de las campañas que las firmas lanzan cada temporada no es otro que el de dar a conocer cuáles serán algunas de las principales propuestas que aparecerán en las siguientes colecciones. El plus de estos trabajos aparece con la inversión en modelos que se convierten en imagen de la marca y que captará un buen fotógrafo sobre un paisaje evocador que nos hará olvidarnos en un santiamén de lo que realmente nos interesaba…
Esta estrategia de marketing ha ido evolucionando en el tiempo hasta alcanzar auténticos niveles de cortometrajes o imágenes que podrían servir perfectamente como producciones sacadas de importantes revistas internacionales, como es el caso de la campaña primavera-verano 2013 de Blumarine.
Este icono de la moda italiana presenta un proyecto de Camilla Akrans en el que la visión artística no es simplemente superior sino que el fin último es buscar la definición óptica del movimiento. Y es justamente lo que hace: tejidos vaporosos, pliegues, mezcla de materiales con transparencias… Una línea elegante y sutil que combina los tonos empolvados y tierra con estampados florales para dar volúmen a una figura muy femenina que las incrustraciones de pedrería ensalzan.
Una dimensión generada a través de aperturas y materias manejables y sedosas capaces de representar, sin duda alguna, el perfecto carácter del movimiento.
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