La estábamos esperando: y por fin ha llegado. La nueva campaña de primavera-verano de Louis Vuitton está aquí. Han elegido de nuevo como embajadora de su campaña a Emma Stone y en esta ocasión, la acompaña, la también actriz, Zhong Chuxi natural de China.
Ambas son la imagen perfecta de la firma por su belleza, elegancia natural y su sencillez. En esta ocasión presentan unas prendas delicadas, sofisticadas y elegantes para lucir de la mañana a la noche. Unos auténticos fondos de armario que perduraran en el tiempo.
La colección se inspira en la Belle Epoque y esta época impregna toda la campaña. Prendas románticas, atrevidas y hechizantes. Todas las imágenes están fotografiadas por Albert Moya en el icónico Park Lane Hotel de Londres; un entorno Art Decó único en el que se muestran perfectamente los códigos estéticos de la campaña.
Emma luce vestidos con elegantes pecheras, mangas abullonadas rematadas con puños con botonadura y en colores nude o arena. Las faldas cortas abullonadas cobran protagonismo; una reinvención de épocas pasadas en largo mini.
Los trajes de chaqueta en raya diplomática se combinan con chalecos de tejidos tweed en colores impactantes. Las camisas con mangas abullonadas complementan la colección y siempre tienen cuellos especiales: o lazadas o amplias solapas.
Sutiles toques de romanticismo con los volantes y los encajes que cuajan las pecheras de los vestidos y blusas; aires reinventados del siglo pasado. Y un complemento impactante; los casquetes en color marfil que modifican cualquier look.
Los accesorios son otra historia: los bolsos con logo aparecen en todas las fotografías y los zapatos de estilo mocasín con tacones, hebillas en el empeine y colores combinados, son absolutamente impactantes. Louis Vuitton lo ha vuelto a hacer.
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