La nueva campaña de Chanel, obra y arte de Karl Lagerfeld, nos traslada a la próxima primavera y lo hace además envolviéndonos en un halo mitad de parisino y mitad oriental que nos seduce terriblemente.
Ella es Joan Smalls, una belleza latina que viste una colección en la que la elegancia es la gran protagonista como, por otra parte, suele ocurrir con Chanel; el lugar en el que se desarrolla la campaña resulta también deslumbrante y seductor, luz mediterránea, blanco impoluto y un azul que nos hace pensar en aquel pequeño pueblo tunecino de origen morisco, Sidi-Bou-Said.
Claro que, en Chanel, esta evocación oriental se muestra limpia, cristalina, marcada en líneas que no ofrecen lugar a duda acerca de donde está el principio ni el fin; una pequeña piscina pone el punto de verano a esta espectacular colección resort.
Lo primero que nos llama la atención son los complementos, especialmente los siempre elegantes y seductores gorros y sombreros; nos seducen también los colores y el modo en el que Lagerfeld los mezcla, cabe que inspirado en las tradicionales alfombras árabes; los volúmenes son tan favorecedores como la firma francesa sabe que han de serlo y no faltan tampoco las chaquetas clásicas de corte Chanel.
Cuando se junta una colección bella con una campaña que ni le hace sombra ni se deja ensombrecer por ella, cuando es Joan Smalls quien posa o Lagerfeld quien se esconde tras el objetivo, el resultado puede que sea sorpredente y seductor, pero lo que será, sin lugar a dudas, es bello. Sirva como muestra esta soberbia colección para la próxima primavera, el resort 2015 de Chanel, por obra y gracia del kaiser, Kark Lagerfeld.
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