La campaña de Miu Miu para la primavera-verano de 2019 quiere expresar la naturaleza transitoria y fugaz de la moda misma: lo efímero, lo temporal y lo intensamente personal. Son momentos congelados de un viaje, una foto fija del paso de un lugar a otro.
Las fotografías están tomadas en distintos vehículos: un coche, un taxi, un autobús o una limusina. Una campaña que escenifica el tránsito, el cambio de un lugar a otro; también se puede tomar como una alegoría de los cambios de estado de ánimo, de humor y de las distintas etapas que se nos presentan en la vida.
La fotografía corre a cargo de David Sims y muestra la individualidad de una mujer sola en la escena. Momentos privados de quietud dentro de un marco de acción: pequeñas historias de recogimiento individual, de reflexión, de inquietud, de absoluta felicidad, de sentirse una misma. Las modelos en esta ocasión son figuras importantes del mundo de la música, el cine y la moda como Du Juan, Juliette Lewis, Lola Leon, Maya Hawke y Zazie Beetz. Cada una de ellas muestra su personalidad y su forma de ser vestidas por Miu Miu.
Una colección en la que destacan las prendas de denim en toda clase de diseños: vestidos, trajes, chaquetas y vaqueros. Las lentejuelas y las transparencias también son protagonistas y los vestidos de tafetán con enormes lazadas en la parte frontal. Los accesorios de Miu Miu son los absolutos protagonistas dotando de personalidad a los looks: gafas de pasta en colores intensos, bolsos con broches joya y los zapatos estilo “merceditas”, con tacones cuadrados y siempre con medias por la rodilla en colores contrastados.
Un viaje que puede ser una fuga o un regreso a casa, la única constante son las mujeres mismas: singulares, originales y siempre únicas, como las mujeres en las que se inspira Miu Miu.
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