SI tuviera que existir un puente que conectara Oriente con Occidente, este sería ecléctico, tremendamente visual y armónico. Y así precisamente es la nueva colección de Christian Dior, un homenaje a todos los contrastes estilísticos que Raf Simons, director artístico de la firma, ha observado en Japón. Él mismo explica que “Tokio siempre ha sido una fuente de inspiración, por la libertad que se toma la gente en su manera de vestir. Es un lugar radical y a la vez exaltante”.
Lentejuelas, contraste entre tejidos brillantes y mates, una paleta de tonalidades oscuras y un glamour funcional que traslada el lujo al día a día. La colección incluye piezas con bordados, tops con cuello cisne realizados en lanas inglesas, pieles o algodones acerados y, por supuesto, el bolso Lady Dior, todo un clásico que aparece en versión maxi.
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