El verano de Akris es azul, un azul suave, cálido e intenso como el propio cielo o como el especiado mundo marroquí; y es que es precisamente ahí, en Marruecos, donde la firma suiza ha encontrado la inspiración para hacer una nueva colección de sus ya inconfundibles bolsos en su forma y en su alta calidad.
Si son famosos los pueblos blancos de nuestro sur, no lo es menos el pueblo azul del norte de Marruecos, Chefchaouen; en él cielo y tierra se confunden por el intenso color azul de sus casas y sus calles; resulta además un contraste imponente la mezcla entre la perfección casi minimalista de Akris con la pasión que emana siempre de los ambientes árabes por sus historias y sus leyendas y también por la intensidad de sus aromas y sus sabores. Claro que el nexo entre ambos mundos es el mismo que uno el cierlo y la tierra en Chefchaouen, un color, el azul que no sólo sirve de fondo y envoltorio para una bella campaña sino que toman también los bolsos de temporada.
En cuanto a los bolsos en sí, mantienen su irrenunciable esencia Akris basada tanto en la calidad de los materiales y manufactura como en su forma: no importa si hablamos de carteras de mano o bolsos que tienden a un tamaño maxi, tampoco si tienden a la forma rectangular o disponen de más fondo, todos ellos tiene en común la firme inclinación de sus laterales que dibuja en el bolso o cartera en cuesitión, en todos ellos, una forma tendente al triángulo.
Si hablamos de los colores, y más allá del azul que ya sea en monocromo como también combinado con otros tonos como el mismo blanco, toma en gran medida las propuestas de Akris para la próxima primavera y también para el verano, no falta tampoco la gama de los tostados suaves que resulta, además, tan elegante y propia de ese tiempo.
La elegancia suiza se complementa así con aires árabes y resulta, en su primavera y su verano, más tentadora que nunca...
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