Gucci presenta su campaña de primavera-verano para el 2017. La firma nos tiene acostumbrados a campañas espectaculares y llenas de color y para esta primavera se pasea por el lado más salvaje de la firma. Los modelos salen a las calles de Roma, y allí son fotografiados rodeados de fieras salvajes –tigres y leones posan junto a los maniquís- en poses dramáticas, pero realizando actividades cotidianas.
Alessandro Michele ha diseñado una colección impactante y colorida y ha trabajado codo con codo con el fotógrafo Glen Luchford en estas fotografías. Luchford es británico, es autodidacta y ha trabajado para las firmas de moda más importantes del panorama internacional; muy influenciado por el cine, sus planos siempre tienen una estética muy cinematográfica y esta campaña no iba a ser menos.
Los modelos posan divertidos en escenas cotidianas: paseando por Roma, disfrutando de un descanso a la orilla de emblemáticas fuentes, descansando en la cama o comiendo hamburguesas. Pero el contraste está en que estas escenas las hacen en trajes de noche y acompañados por tigres y leones, que se pasean como tiernos animales domésticos entre los modelos.
Gucci reina en los contrastes: contrastes de colores, contrastes de prendas superpuestas, contraste de sofisticados vestidos de fiestas nocturnas en paseos diurnos y el contraste de escenas caseras cotidianas por las que se pasean grandes felinos. Las fieras se pasean majestuosas y tiernas, con total naturalidad, por la cocina de las casas, como gatitos felices se acurrucan en la cama de las protagonistas. Una colección que saca el lado más salvaje en los colores, los estampados de fieras, los terciopelos y las lentejuelas.
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