Emilio Pucci vuela a Nueva York para presentarse más psicodélico y extravagante que nunca; la ciudad de los rascacielos, que lo es también de los sueños, se convierte así en testigo de excepción de una campaña que sorprende tanto como enamora.
Natasha Poly, vestida y complementada por la firma italiana, posa para Inez & Vinoodh con el encanto y la sofisticación de siempre y bajo la dirección de Giovanni Bianco. El resultado salta a la vista, una campaña de bellísima factura que tiene además la gran virtud de reflejar con magistral precisión la esencia de la colección que muestra.
La campaña, colorista como lo es la colección, nos traslada al ambiente discotequero de los 70, tanto es así que a la vista de las imágenes empiezas a mover los pies con cierto ritmo, el de ABBA y su dancing queen, por ejemplo, como si la campaña tuviese esa melodía como ambientación.
La paleta de color, muy viva y sugerente, es absolutamente setentera como también lo son los vestidos de gasa, las túnicas cortas y las botas de ante primavera y verano; y luego, por supuesto, está el soberbio enfoque de Inez & Vinoodh y su retoque mágico que se convierte en una suerte de desdoblamiento que da un sugerente aire de baile y discoteca a las imágenes.
A estas alturas del invierno y a la vista de ésta y alguna que otra campaña, podemos esperar que la próxima primavera sea un encantador revival de la década de los 70 tanto en paleta de color como también en los cortes y estilos. Y es que al final resulta ser muy cierto aquello de que nada pasa de moda del todo y todo, antes o después, vuelve a ser moda.
Si lo tuyo son los 70 y el color, Emilio Pucci tiene mucho que contarte, e diríamos que incluso cantarte, la próxima primavera.
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