Giglio Castello, Volterra, Pienza, Montepulciano, Montalcino... Podría ser un recorrido y lo es. Son lugares en los que el medievo y el Renacimiento, se aúnan a golpe de piedra en un punto del Mediterráneo, que además y durante años, ha servido como referente de la campiña más cinematografiada de Europa.
Pueblos idílicos con sus plazas, sus cafés y sus pizzerías, sus murallas etruscas y sus colinas, sus jardines y sus calles empedradas. Así es Florencia. La Florencia de Una habitación con vistas, o Retrato de una dama, con localizaciones de postal que invitan, que seducen y que nos muestran ese lugar del mundo donde la historia y la arquitectura, nos ha dejado tanto sobre lo que escribir, mientras que su industria, la textil y la peletera tanto sobre lo que lucir.
Porque Italia siempre ha tenido mucho que aportar en esto del mundo de la moda en general, y en esta ocasión es Elisabetta Franchi, desde Florencia, quien nos cuenta algo de forma algo más particular.
¿Sus razones? Las obvias: la presentación de su nueva campaña, con escenarios palaciegos indoor, y un amplio despliegue de blancos. Y tras ella, 12 años que hablan de su buen hacer como experta fabricante de moda y complementos con un sello muy made in Italy.
Vestidos con apliques de cristal, pantalones amplios, shorts, cinturas definidas, flecos, animal print, tacones de aguja, clutchs, y un toque dorado en sandalias, bolsos y cremalleras, definen las nuevas tendencias de la firma italiana.
Una campaña fotografiada por Álvaro Beamund Cortes, donde la luz realza las líneas y los patrones que visten Samantha Gradoville y Marique Schimmel, y que lucen sobre suelos de espejos, rodeadas de columnas doradas con fustes estriados, y cómodos sillones con estructura chaise longue.
Sofisticación italiana, con el charme florentino, para comenzar a disfrutar a primera vista de la primavera, la de este 2015.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
