Carly Cushnie y Michelle Ochs han diseñado una colección arquitectónica en sus formas y estelar en sus tonos y en su brillo, una propuesta que ensalza el cuerpo de la mujer y lo eleva a otro mundo, un mundo de estrellas y estructuras, un mundo en blanco puro, grafito y negro que gana calidez con tonos ámbar, cuarzo y castaño oscuro, casi bronce; es el mundo de su colección resort 2018.
Las colecciones resort son algo así como un puente entre estaciones y abrazan con la misma pasión la estación que dejan que aquella a la que se dirigen; la colección resort 2018 de Cushnie et Ochs es una buena muestra de este ser un puente entre dos tiempos y se presenta con los brillos y la elegancia propia del final de un año y también con la ligereza que resulta más conveniente en primavera.
Entre el invierno y la primavera de Cushnie et Ochs hay un resort de vestidos cortos, fluídos monos de cuerpo entero y cortes asimétricos, de reminiscencias de las capas de otoño e invierno y de un tono bronce muy de fiesta y noche de invierno o de un blanco propio de un cóctel de primavera; por supuesto, los complementos siempre a juego; esta es en realidad una colección bella y sofisticada, elegante y de lo más sugerente cuyas propuestas te conquistarán de la primera a la última por su aire sencillo y seductor, por la sutileza de sus tejidos y la sencillez de sus piezas, por lo provocador de sus faldas y, sí, también porque saben cómo contarnos su resort; lo hacen en una campaña que juega con los claroscuros y con las imágenes superpuestas, con el engaño de los espejos y con todo lo que la luz y el enfoque de Hugh Lippie, para quien posa Zhenya Katava, quiera mostrarnos.
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