Virtuoso del violín y un príncipe frente a la cámara de los más prestigiosos fotógrafos del mundo de la moda. No es un par de términos que suelan unirse muy a menudo en cuestiones de tendencias y mucho menos a la hora de hablar de una colección, pero es lo que ocurre si fichas como embajador a Charlie Siem, un violinista clásico que, por guapo, se lo rifan todas las marcas.
Tras posar para Chanel, Dunhill, Armani y Vogue, este joven prodigio de 28 años acaba de fichar por BOSS como nuevo embajador de la firma, para la que será además imagen en la campaña de la próxima primavera, cuyas primeras fotos ya se han dado a conocer. Su elegancia le convierte en uno de los más apuestos del panorama de la música clásica, un valor en alza en terrenos de artesanía y en la imagen que quiere dar la casa germana de no ser solo la preferida de los deportistas.
Nacido en Londres de padre noruego y madre británica, ha tocado el violín desde los tres años, tras oír una pieza de Beethoven en un concierto. Su carrera le ha llevado por las mejores orquestas, como la Royal Philarmonic de su ciudad, pero también la de Rotterdam, la Orquesta Sinfónica Nacional Checa o la de Oslo, con directores a la batuta como Yannick Nézet-Séguin, Yuri Simonov, Sir Roger Norrington, Ed Gardner, Libor Pesěk y Michal Nesterowicz.
Con la misma soltura con la que se presenta en los escenarios del Carnegie Hall de Nueva York o el Royal Albert Hall de Londres, Charlie posa en las imágenes para Inez Van Lamsweerde y Vinoodh Matadin. Una vez más, la firma apuesta por un verano cálido, con trajes claros que combinan bien con las propuestas azul marino. Elegancia, sencillez y estilo sartorial desenfadado para todo un artista.