Si algo logra Karl Lagerfeld en todas y cada una de las campañas que firma para Chanel es crear belleza, una belleza que en la campaña de la colección Cruise comienza en las piezas diseñadas por el diseñador que más y mejor ha sabido interpretar a Coco Chanel -Karl Lagerfeld-.
Marine Vacth pone rostro y cuerpo a una colección elegante y evocadora que se inspira nada menos que en la antigua Grecia y la antigua Roma, en los orígenes de la civilización occidental; cierto es que esta inspiración no es nueva, Versace acostumbra a buscar en Grecia ideas que reinterpreta a través de su visión barroca del mundo pero lo que hace Lagerfeld para Chanel es notablemente distinto, sobre todo porque nada hay más alejado de Chanel que el Barroco.
Elegancia es la palabra clave, como lo es siempre en Chanel, y el blanco es el color esencial de esta colección, como no podía ser de otro modo al emular en sus vestidos y en sus monos a las clásicas togas de la antigua Grecia; los detalles de los tejidos que se estampan son de coronas de laurel y el calzado con el que se complementan es cómodo y sofisticado a rabiar al recordar en sus líneas las clásicas sandalias romanas, abrazadas a la pierna del tobillo a la rodilla.
Voluptuosidad en los tejidos más elegantes, cinturas ceñidas e incluso bordadas, flecos en las prendas más funcionales y el tacón justo tanto en las sandalias de fiesta y etiqueta como en las de uso diario. Mucha elegancia y mucha belleza, armonía por encima de todas las cosas y una paleta de color luminosa y discreta.
Algo que no debes olvidar cuando te deleites con las propuestas de esta colección es que se trata de una serie de prendas contemporáneas, muy de fondo de armario, de esas que nunca pasan de moda y que te permiten contar siempre y en todo momento con un Chanel entre tus vestidos favoritos.
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