Conocemos, seguimos y adoramos a la firma suiza Akris por sus bolsos; nos gustan porque tiene ese equilibrio entre lo inconfundible y lo funcional que los convierte en una opción perfecta de fondo de armario ya que complementan con estilo, con el mejor estilo, culalquier outfit; pues bien, no sólo de bolsos sabe Akris, también de moda y de poner el punto de elegancia suiza a nuestro buen vestir.
Como sucede con los bolsos, Akris sabe mezclar la elegancia con la funcionalidad y diseña prendas cómodas, ideales para afrontar los tiempos cálidos, sin que la elegancia deba rendir pleitesía a la comodidad ni a la inversa; Akris es capaz de plantarnos un vestido con unas zapatillas, claro que las zapatillas son también propias de la elegancia suiza; manda el blanco que perla hoy las montañas del célebre país de la nieve y los quesos pero también hay matices de color, uno nos gusta especialmente por lo favorecedor y alegre que resulta siempre: el naranja; el azul y el negro complementan una paleta de color en la que el equilibrio entre el desenfado y la elegancia es absoluto.
Armonía es, probablemente, la palabra que mejor define esta colección, lo es por la sencillez de sus líneas y la usencia de prints, por la voluptuosidad de los tejidos y también por la frescura que transmiten. Es Akris. Y punto.
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