Willy Vanderperre es el fotógrafo responsable de una campaña íntima y sugerente que nos presenta el pre-fall 2017 de Prada; en esta ocasión la siempre sorprendente y un tanto psicodélica firma italiana, obvia la pasarela y su backstage, los entornos naturales y la tentadora sofisticación que le es tan propia, para situar a las modelos en una casa.
Una casa, la tercera... o la que sea pero, según confiesan en Prada, no es la suya ni la nuestra es, únicamente, una casa, una cualquiera, o no porque no en cualquier casa se encuentra uno a Selena Forrest, Kris Grikaite y Nina Gulien vestidas por Prada y posando para Willy Vanderperre.
La idea de Prada y Vanderperre en la que se basa la campaña, es la de convertirnos en voyeurs por un momento, en hacernos sentir como si estuviésemos fuera de la casa y nos acercásemos a la ventana del patio a mirar qué sucede dentro; lo que vemos son imágenes de apariencia relajada que nos transmiten la ilusión de hogar y glamour en una visión armónica de la vida.
Selena Forrest, Kris Grikaite y Nina Gulien son a veces el centro de una imagen y a veces el fondo porque esta campaña va de encuentros y cruces de caminos, de conversaciones veladas y de mucho Prada, lo que supone hablar de elegancia y sofisticación por mucha intimidad y naturalidad que Vanderperre quiere dar, y da, a su campaña.
El pre-fall de Prada, que sienta las bases de lo que será la temporada de otoño e invierno que llegará después, tiene ese punto de atrevimiento tan propio de esta firma italiana, lo vemos en los zapatos y en los bolsos, también en las prendas de punto, del mismo modo que descubrimos ligeras prendas de abrigo y trajes sastre que conjuran la elegancia de Prada.
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