El diseñador Jeremy Scott sigue con sus irreverentes propuestas en Moschino para este otoño/invierno 2016. Un desfile con prendas espectaculares, una provocación en la pasarela que van desde la estética del cuero negro de los uniformes policiales a los vestidos de las protagonistas góticas de las películas de Tim Robins.
Hay diseños de cuero: corpiños y miriñaques, cinturones de piel superpuesto, gorras de policía y botas mosqueteras negras con tacones de aguja. Estos corpiños se combinan con faldas abullonadas de seda en colores vibrantes, o bien se superponen colas de telas brillantes sobre vaqueros ceñidos y combinados con camisetas básicas con el logo de la firma. Uno de los vestidos está formado con un miriñaque de gran volumen, que es realmente una lámpara de techo.
Y por último, quizá la propuesta más arriesgada: vestidos de vuelo, con escotes y volúmenes, rematadas con bajos asimétricos quemados e incluso simulando jirones de tela. Estos jirones aparecen también en pantalones, faldas y trajes formando sugerentes aberturas que dejan ver la piel.
Otros de los diseños hacen un guiño divertido: jerséis o faldas que simulan cajas de cerillas, vestidos con estampados de labios rojos fumando cigarrillos, bolsos que simulan cajetillas de tabaco. Cigarrillos, humo, jirones quemados… ¿fumar mata?, ¿la moda mata?
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