Elisabetta Franchi presenta una colección inspirada en los años setenta. Tanto la ubicación elegida como las poses de las modelos y el empapelado de las paredes nos trasladan a la moda más vintage.
La carismática belleza de Nadine Leopold es un tributo a la actriz italiana Mónica Viti; una de las mayores estrellas de la filmografía italiana de los años setenta. Nadine aparece reencarnada en la Viti: melena rubia, grandes ojos enmarcados por sombras de ojos azul cielo y una lluvia de pecas en su cara.
La elección del fotógrafo no podía ser más acertada: Mariano Vivanco es uno de los nombres más prestigiosos de la escena internacional de la moda. Un fotógrafo y cineasta talentoso que desvela de manera primorosa el alma de la colección.
Las modelos aparecen recostadas en suaves sofás o moquetas, o desfilan esculturales en escenarios setenteros. En esta colección lucen pantalones acampanados con ajustados jerséis de punto con cuellos polo y cinturones ceñidos en contraste. Las faldas son muy mini o midi y se combinan con blusas de lazada y abrigos de pelo largo. Los tejidos de twed y los vinilos son protagonistas de esta colección: botas mosqueteras y a medio muslo y pantalones de alta cintura están hechas de este material.
La paleta de colores de esta colección está protagonizada por los tonos burdeos y los mostaza y alguna pincelada en marrón y azul. Estampados geométricos o looks monocolor toman el control.
Una vuelta a los más puros años setenta, un toque de glamour, una lección de estilo un poco gamberra para el otoño; la nueva colección de Elisabetta Franchi lo tiene todo.
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