La magia, la alquimia que se creaba entre los bailarines Nuréyev y Margot Fonteyn inspiran la colección pre-fall 2019 para Max Mara. El irrepetible bailarín ruso tiene una historia de película: nació en un tren en un parto adelantado mientras su madre se dirigía al lugar en el que su marido estaba destinado. No pudo estudiar en una escuela de baile de primera categoría -por las carencias que la II Guerra Mundial provocó en la Unión Soviética –, pero pronto destacó por sus impresionantes dotes para la danza. Tras una actuación en Paris con el Ballet Ruso, pidió asilo político en Francia –se le concedió causando una gran conmoción en la URSS-. Nureyev llegó a ser director del Ballet de la Ópera de París y hasta el último momento, ya afectado por el VIH, continuó siendo una leyenda y creando magistrales coreografías.
Margot Fonteyn fue una gran dama del ballet y primera bailarina absoluta del Royal Ballet de Londres. Pasados los cuarenta años y cuando pensaba en su retirada, comenzó a bailar con Rudolf Nuréyev. Ambos tenían tanta magia en escena y despertaban tal pasión en el público que batían records de saludos; en Viena tuvieron que salir a saludar 89 veces.
La alquimia entre estos dos bailarines ha inspirado esta colección pre-otoñal de Max Mara; camisetas con mangas remangadas, tops envolventes y tonos empolvados y neutros, forman esta colección. Y con ellos, una reinvención del emblemático abrigo 101801 de Max Mara; un clásico que trasciende el paso del tiempo y las tendencias.
La magia, el ballet, Nuréyev y la Fonteyn inspiran esta colección sofisticada y etérea. Los clásicos reinventados, la delicadez y la sencilla comodidad son protagonistas de una colección única. Max Mara vuelve a reinventar sus icónicos diseños y vuelve a darle un toque de modernidad a una colección atemporal.
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